- En la prueba de los 50 metros de estilo libre en natación de
Para-Olímpicos destacan 3 nadadores; el inglés sin brazos, el griego sin piernas, y el español sin brazos ni piernas.
Dan la salida y el español se hunde. Pasa un minuto y deciden sacarle y medio ahogado dice:
¡Joder, un año entrenando con las orejas, y me ponen gorro! - En plena guerra llega el general y le dice a sus soldados:
Les tengo una noticia buena y una mala, ¿Cuál quieren escuchar primero?
Y dicen los soldados juntos:
¡Pues la mala primero!
Y el general contesta:
Bueno, hoy comeremos excrementos.
Y todos se quejan y dicen:
Ahora díganos la buena.
Que alcanzará para todos. - Estaba un día un rico y un pobre, en eso el rico dice:
En mi casa comemos a la carta, lo que pedimos nos sirven.
El pobre lo mira y le dice:
En mi casa también comemos a la carta, el que saca la mayor, come. - Este es un niño que le dice a su padre: Papá, papá, ¿La abuelita sabe mecánica?
No, ¿Por qué?
Porque la acabo de ver debajo de un autobús. - Va una viejita al médico para confirmar si tiene Alzheimer y le dice al doctor:
Doctor, ¿Qué me puede decir de las pruebas?
Y el doctor le responde:
Le tengo una noticia mala y una buena. La mala es que tiene Alzheimer.
Y la viejita le pregunta:
¿Y la buena?
El doctor responde:
La buena es que al rato se le olvida. - ¡Mamá, mamá!, gritaba un niño.
¿Qué pasa hijo?, preguntó la mamá.
¡Un niño de la escuela me pegó!
¿Y quién era?
No sé como se llama.
Entonces, ¿cómo lo vamos a reconocer?
Aquí tengo su oreja, ¿crees que sirva de algo? - Llega un hombre donde el oculista porque se le acaba de meter algo en el ojo y le dice al doctor:
Oiga doctor, me ha entrado un cuerpo extraño al ojo y me molesta mucho.
El doctor le dice:
Espere un momento por favor, ahora mismo lo atiendo.
Pasan unos minutos y la secretaria va a la sala de espera y dice:
Por favor que entre la persona del cuerpo extraño.
En ese momento salta un jorobado muy molesto y dice:
Oiga, podrían llamar por el nombre. - Todos los días pasaba por una casa un repartidor de periódicos, el cual siempre que entraba al patio delantero a dejar el periódico, encontraba a un niño que lo esperaba, y con la mano y el dedo apuntándole, le hacía:
¡Pum, pum, pum! Simulando disparos contra el repartidor.
Esto era cosa de todos los días, todos los días. Pero un día el repartidor dijo:
Ah no, hoy le voy a seguir el juego, porque ya me tiene cansado que todos los días me dispare, aunque sea de mentiras.
Entonces, llega al otro día, entra al patio, y observa que el niño está en el techo, entonces el repartidor le apunta con el dedo y dice:
¡Pum, pum, pum, y pum!
Cae el niño al suelo desde el techo, y entonces el repartidor asustado corre hacia él, y le dice:
Niño, niño, ¿estás bien?
El niño le responde medio inconsciente:
¡Yo nunca te tiré a matar!
jueves, 1 de julio de 2010
Los Chistes Están De Regreso
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